Una mañana más, los sevillanos nos atrevimos a volver a observar lo que cada año consideramos una de las citas importantes de nuestra religiosidad, de nuestros más mayores, de familias enteras que inician el camino desde sus casas, barrios y pueblos de la provincia en un acto donde se renueva uno de los Dogmas más recientes proclamados por la Iglesia, representada en una imagen a la que llamamos Patrona de la Diócesis y ciudad de Sevilla.

Cuando pensamos en el concepto de Patrona, automáticamente nos vamos a algo grande, que abarque bastante, que sea importante y que además sea el principal referente para muchas persona. Pero si lo aplicamos a la imagen de la Virgen de los Reyes, tristemente se nos quede corto por varios motivos. Seamos posiblemente una de las ciudades en el mundo con más imágenes de la Virgen María y de Dios, entonces la devoción se encuentra muy repartida. Por otra parte, la cercanía de este imán de oraciones es muy poca, tanto durante el año, casi escondida en una capilla que se llena más de turistas que de fieles; como en la procesión, cuando el vallado pone muchas trabas para acompañar en peregrinación al paso procesional alrededor de la catedral con un silencio más parecido al que se produce cuando pasa la dolorosa de la Amargura.

Quiero una patrona cercana, con personas que se emocionen cuando se acerquen diariamente a donde quiera que esté, con una ciudad entregada desde el cariño y el respeto. Con una devoción no efímera cada 15 de Agosto.

Fotografía: Salvador López Medina /  @SalvaLpezMedina  

La falta de cariño

Una mañana más, los sevillanos nos atrevimos a volver a observar lo que cada año consideramos una de las citas importantes de nuestra religiosidad, de nuestros más mayores, de familias enteras que inician el camino desde sus casas, barrios y pueblos de la provincia en un acto donde se renueva uno de los Dogmas más recientes proclamados por la Iglesia, representada en una imagen a la que llamamos Patrona de la Diócesis y ciudad de Sevilla.

Cuando pensamos en el concepto de Patrona, automáticamente nos vamos a algo grande, que abarque bastante, que sea importante y que además sea el principal referente para muchas persona. Pero si lo aplicamos a la imagen de la Virgen de los Reyes, tristemente se nos quede corto por varios motivos. Seamos posiblemente una de las ciudades en el mundo con más imágenes de la Virgen María y de Dios, entonces la devoción se encuentra muy repartida. Por otra parte, la cercanía de este imán de oraciones es muy poca, tanto durante el año, casi escondida en una capilla que se llena más de turistas que de fieles; como en la procesión, cuando el vallado pone muchas trabas para acompañar en peregrinación al paso procesional alrededor de la catedral con un silencio más parecido al que se produce cuando pasa la dolorosa de la Amargura.

Quiero una patrona cercana, con personas que se emocionen cuando se acerquen diariamente a donde quiera que esté, con una ciudad entregada desde el cariño y el respeto. Con una devoción no efímera cada 15 de Agosto.

Fotografía: Salvador López Medina /  @SalvaLpezMedina